Aquí yacen los restos de Vidal Mendoza.Vivio 45 años. Fue clavadista de la Quebrada, combatiente en las 6 invasiones a Irak, D.J. en Ibiza y St Tropez, padre de nueve hijas, defensor de ballenas en el Mar de Cortés, y sobre todo enamorado de sus amigos y de sus mujeres. Le sobreviven Thom Yorke y Jack White, con quienes formó "The Anonymous, The Annoying and The Handsome", el grupo de Rock más importante en la historia de la música popular.
"El que tenga cochi, que lo amarre; el que no, pues no"

Canción de los 45 segundos

Those who feel the breath of sadness
Sit down next to me

Those who find they're touched by madness
Sit down next to me

Those who find themselves ridiculous
Sit down next to me
Love, in fear, in hate, in tears
[...]
(Sit Down, James)
Así pasa cuando pasa. Cuando te pase, sólo pide PERDÓN

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La culpa y el perdón son siameses: nacieron juntos hace tanto tiempo que se van heredándose automáticamente, anexándose a la información genética de la humanidad.
A la culpa se le cuelgan malditos milagritos, pero cada uno es responsable: de pensamiento, palabra, obra y omisión. Y el de junto o el de enfrente sontambién responsables de lo que quieren escuchar y deciden vivir. Que luego haya errores, y después cruda moral, no es responsabilidad de la culpa. Es responsabilidad de cada uno. Dando y dando, y el resto que se haga bolas.
La culpa es un doloroso pero aceptado invento para evadir la propia responsabilidad y la capacidad de decisión.
Líbrame señor de sentir culpa, amén.

Vidal Mendoza dijo...

Según los abogados (en extremo formalistas), la conducta humana, para efecto de su calificación legal, sólo puede ser dolosa o culposa.

Dolosa es cuando el actor pretende o intenta la producción las consecuencias de derecho, naturales a la realización de la conducta relativa (i.e. tomar un machete ayutleco para cortar la cabeza del enemigo); culposa, cuando el actor no pretende sus consecuencias (i.e. disparar al horizonte, matando, increiblemente, al ayuteleco del machete oxidado).

Es decir, se quiere matar o no. Detengámonos, pues, en la conducta culposa. Notemos que a la culpa le peretenece la ingenuidad, el accidente, lo imprevisto.

Si dios es abogado (seguro no, pues de ser así, no podría haber inventado cosas tan divertidas como el xbox, el ipod, o el guacamole)está pensando constantemente en la estupidez humana. Inventó la culpa para señalar al pendejo más que al gángster. Demuestra que su preocupación no son los hijos de puta, sino los imbéciles.

En un inicio, sólo nos había dado el dolo, pero a la cuarta generacion de evas y adanes, se llevó las manos a la frente, tallándose las cejas con los nudillos hasta provocar el celestial nacimiento de la culpa.

Me lo imagino comentando el punto con los dioses de los otros 456 universos ( que chafa que a nostros nos hayan dicho que es uno sólo, pues limita mucho la generación de escenarios verosímiles.Una razón más para admirar a la Grecia clásica): "Algo me salió mal, colegas, intenté todo para evitar en la naturaleza humana la maldad; les inventé un diablo con cuernos, un infierno en llamas, a Lucerito, a provida y demás horrores, pero me desvié del mayor riesgo, LA PENDEJEZ. Es de mayor riesgo un pendejo con iniciativa que todo el Ku Klux Klan. Pero no se preocupen, ya lo arreglé: para que los pendejos no vayan por la vida así como si nada, acabo de inventarles la culpa, y me va de maravilla, SALUD, colegas, !SALUD!"

No sé que tan bien la vaya al viejo barbón, porque sigo observando abiertas y reiteradas manifestaciones de estupidez colectiva ( "No tire piedras a la autopista"; "prohibido introducir al recinto armas y explosivos, pues pueden provocar accidentes"; "no deje este veneno al alcance de los niños" -luego te platico un anécdota personal.)

En fin, jurídicamente, se tiene como agente culposo al pendejo, al bruto y, sobre todo, al terco de espíritu ("Si ya sabes lo que va a pasar, para que le haces al macho, champ").

Sin embargo, dios no contaba con que una especie de hombres, los mexicanos, geniales, creativos, guapos, huevones y gandallas le dieran por el culo a su visión maniquea de las cosas.

Una de las pocas manifestaciones asombrosas (aunque sin repercución real alguna) de la doctrina jurídica mexicana, es la generación de un concepto que, más que legal , se antoja poético, para darle algún valor: la culpa dolosa ¿? Sí, así como se lee y escucha. Aún no la entiendo bien, pero es algo como el pendejo mañoso. Sería el ejemplo del cabrón que sabe que su coche anda mal de los frenos e invita a sus amigos a Acapulco por la carretera libre ("Si ni que fueramos a Tijuana, mano, Acapulco está bien cerquita, y si quieren nos vamos parando a cada rato para ver como van los frenos...")

Pues sí. Hay veces en los que nuestra mexicana naturaleza hace que compartamos el dolo y la culpa en una misma conducta.

Ante tal, ¿es suficiente pedir perdón, para mitigar la culpa o es necesario, también, purgar condena?

Los abogados nunca te contestaran, no pueden, son turbios y maniqueos Por ello, se guardan en el silencio, amigo y comparsa de la estupidez.