Aquí yacen los restos de Vidal Mendoza.Vivio 45 años. Fue clavadista de la Quebrada, combatiente en las 6 invasiones a Irak, D.J. en Ibiza y St Tropez, padre de nueve hijas, defensor de ballenas en el Mar de Cortés, y sobre todo enamorado de sus amigos y de sus mujeres. Le sobreviven Thom Yorke y Jack White, con quienes formó "The Anonymous, The Annoying and The Handsome", el grupo de Rock más importante en la historia de la música popular.
"El que tenga cochi, que lo amarre; el que no, pues no"

Espejito, espejito: dime quién es el más igualito...

Pensando en Diana de Covarrubias, quien desenmascara todo fraude personal

Una obviedad: Los espejos sólo reflejan una imagen. No son la cosa ni el objeto apreciado. Eso todos los sabemos; sin embargo, ¿alguién sabe realmente si el el reflejo es fiel?

Percepción es realidad a fin de cuentas, dicen ahora los encuestadores.

Hace poco, comentaba con unos buenos amigos un episodio de Seinfeld en el cual, este genio de la comedia televisada intaeractúa con su "otro yo". El resultado es otra obviedad: se dio cuenta que no era tan simpatico como lo creía.

Es común decir "¡que bien me caigo, soy de puta madre!" Ahora, reservas y decoro ante ello.

Siempre presumí ser un compañero amoroso intachable: ligero, permisivo, tolerante y poseedor de un discurso maravilloso: "tú en lo tuyo; yo en lo mío"

Un espejo hermosísimo (intenso, sigiloso, intuitivo, analítico y enmarcado al más puro estilo klimtiano) reflejó que todo ese espacio, silencio y distancia sólo resultan señales de egoísmo, falta de compromiso y ausencia de claridad. Así, soy una pareja desechable.

Hoy por la mañana, mientras recorría el ansioso Circuito Interior (vereda épica, arena urbana de intrascendentes batallas) decidí, como lo hago siempre (motivado no por civismo, sino por daltonismo) , detenerme cuando el semáforo anticipaba el término de la luz preventiva (naranja, creo). Recibí un grosero e iracundo claxonazo. Por reacción levanté la cara hacia el espejo retrovisor, de manera retadora, pintado huevos al conductor insolente. De inmediato se bajó. No era un tipo enojado cualquiera, era un espejo horrendo: rapado, con la mirada encendida y los puños a granel. En cualquier otra circunstancia hubieramos acabado discutiendo y manoteando como comadres de vecindad (pues nunca se llega a armar bien el "uno-dos, arriba-abajo"). Sin embargo, el reflejo de una imagen propia me infundió un temor terrible, aventándome contra el asiento, impidiendo movimiento alguno. El temor no era a acabar con los ojos morados, sino a reconocerme en la insolencia ajena. Al ver que no me provocaba a seguirle, el espejo seguía gritándome cuanta pendejada le venía a su limitada cabeza. Tremebundo, yo sólo lo veía. "Bájate, puto, BÁ-JA-TE...", me incitó; yo me limité a seguir observándolo, meneando la cabeza de un lado a otro y restregándome las manos a los ojos. El espejo entendió (no tenía porque ser de otra manera) que no teniá coraje para los golpes. Enfundido en esa cavernaria seguridad, sacó su miembro y lo embarró en mi ventana. Tal acción ( y no así la ofensa verbal, a la cual ya debe estar más que acostubrado) provocó que el policía que custodiaba el semáforo (veía pasar las horas, mejor dicho) se acercara a separarlo de mi brioso corcel. En ese momento advertí que el espejo portaba una playera que decía fulminante: "La Rebel es la cura para el racismo". Al ser separado de mi ventana, el espejo advirtió el tarjetón que me permite ingresar a cierto recinto académico para desempaeñar parte de mi actividad cotidiana. Con una sonrisa que insinuaba una victoria de dimensiones revolucionarias, me gritó gallardo: "pinche yuppie culero". Se fue riendo y celebrando la victoria de un enfrentamiento ancestral, del cual yo no era protagonista. Rebozado en glorias y conquistas, subió a su caballo. Seguimos nuestro camino. Lo vi pasar. Aceleré para alcanzarlo; él pensó que era para perfeccionar el conato. Bajé la ventana y dije: "no sé si eres el indicado, pero mil disculpas, mi hermano, lo siento"; él, me contestó con mayor efectividad: "pinche puto". Tal cual, pensé.

El reflejo me dijo que soy un acomplejado terrible que inventa a sus enemígos para sostener el engaño de una revolución que nunca necesité, y que, con mayor certeza, nunca me necesitó.

Para que no se vaya esta sin rock, una de Radiohead que viene al caso:

The mongrel cat came home
Holding half a head
Proceeded to show it offTo all his new found friends
He said I been where I liked
I slept with who I like
She ate me up for breakfast
She screwed me in a vice
But now
I don't know why
I feel so tongue-tied
Don't know why
I feel
So skinned alive

My thoughts are misguided and a little naive
I twitch and I salivate like with myxomatosis
(...)
Yeah no one likes a smart ass but we all like stars

(Myxomaotosis , Hail to the thief, 2003)

Un inicio particular para una historia tradicional

Inicio de una novela que ya hemos leído ochocientas veces:

No habia por que encontentarse, pues no estaban enojados....

Ya ni llorar es bueno...

Ay, pinche pelón. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Yo pensé que me iba a parecer a Titi Henry........


¡Ay! ¡Ay!

¿? (3)

Y ahora por la mañana: ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿?

Una canción:


'Cause the years fly by in an instant
And you wonder what he's waiting for
Oh, then some skinny bitch walks by in some hot pants
And he's running out the door
So remember that one thing that you gotta know: Let him read your palm and guess your sign Let him take you home and treat you so fine But baby - Don't let him waste your time Don't let him waste your time

¿? (2)

¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿?

Qué la Chin.........

¿?

¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿?
!AY, YA!

De regreso al Amparo Administrativo.........



Instrucciones para entender lo evidente....

Do not adjust your tone control,

it´s meant to sound like that.

It´s not LoFi or HiFi

-it´s MyFi

and hopefully YourFi, too

La vuelta a Mundo en 24 horas

Para Edmundo de la Garza, jurisdoctor, bebedor cauteloso y antiguo compañero

"Nunca confíes en aquel que no toma ni en el alcohólico; tampoco en el que presume tener muchos amigos". Cuando tienes 10 años y tu padre te comparte esa lección de vida, usando, involuntariamente, voz aguardientosa y disimulando un andar accidentado, enderazdo por ocho brazos de nuevos "amigos", sólo evoca contradicción y rareza ( en aquellos tiempos, raro me parecía también el rostro albino de Boris Becker, así como ver a cientos de personas llorar como magdalenas, mientras destrozaban una vieja pared: Silvie de Montnoir me explicó que era por el fin de la Guerra Fría- con el pinche calor que yo sufría en Acapulco, me resultaba aun más raro).

Cuando teníamos 10 años, Mundo y yo cursabamos cuarto de primaria, y como todos los buenos amigos, nuestra fraternidad se basaba en la competencia: quién era el más gandaya, quién pegaba más fuerte, quién tendría un nintendo primero, quién tenía más novias, y muchas cosas más de pueril relevancia.

A Mundo la adoloescencia le llegó en el momento que debía. A los catorce, ya contaba en su haber con hazañas míticas: había sido detenido (con operativo policial y toda la cosa) por destrozarle el rostro a un pobre muchacho (¡4 años mayor!) sin motivo aparente alguno; había sido expulsado de la secundaria de niños malcriados por la abundancia, dizque por exponer sus partes pudendas a las mustias de nuestras compañeritas, quienes después resultaron un homenaje a la vida disoluta; y lo mejor, había ido a Tampico en busca de reforma conductiva, regresando a la costa como todo un caballerito inglés, recién salido de las filas del Eton College.

Conmigo, la adolescencia se presentó extemporáneamente, quizá con mayor impulso, y cada día me abriga aun más la convicción de que no nos hemos separado.

Hace exactamente 10 años, terminamos la prepa, lo que nos obligo jalar para lados distintos. Él le dio rumbo a la Sultana del Norte; yo, al Defectuoso. Ambos a la escuela de derecho (ironías biográficas); ambos nos peleamos, ahora, contra Hacienda (rijosos, a fin de cuentas). Él cumplió su sueño de conventirse un poco en su padre (aunque no lo diga) y reparte su tiempo entre tribunales y la venta de camiones; yo (aunque me ufane de ello) no me he querido convertir totalmente, y sigo soñando con establecer un bar, ruidoso y poco rentable, tal y como fue uno de los últimos caprichos del mío.

No obstante que Mundo y yo nos vemos poco (3 o 4 veces al año), nos sigue uniendo la competencia, pero ahora, los golpes y el nintendo le han dado paso a quién está haciendo lo correcto: ¿ahorrar o gastar?¿ Mentir o decir la verdad?¿Amar o devorar? ¿Casar o cazar?

20 años después, ver a Mundo le da sentido a la lección paternal que comentaba. Aquel que no bebe es un accidente a punto de ocurrir, y el "muchos amgos" es un solitario enmascarado.

En 24 horas me he convencido de que el movimiento es relativo. Nuestro mundo no cambia por el hecho de voltear hacía otro lado. Por tranquilidad personal decimos que estamos "en constante movimiento", así nos la llevamos, tratando de negar un poco quien somos, pero en realidad, el trayecto (¿periplo? Gran palabra, Cometa, grande) termina en el mismo e inicial punto.

Como toda la sabiduria divertida y libre de palabrería proviene del rock, comparto lo siguiente: "The universe is shaped exactly like the earth if you go straight long enough you'll end up where you were" (Third Planet, Modest Mouse, The Moon & Antartica, 2000).

Eso lo comprobamos cuando brindamos, y por un instante, sin perjuicio de la variación de escenarios, vestimentas y modismos, nos vence la misma ingenuidad y complicidad de hace 10 años.

Canción del día

Me cuesta decirlo (poses y poses), pero lo de HOY, Do me a favour de los Arctic Monkeys.

Olviden las poses concheptuales, aunque sea por 3 minutos:

[...]

Do me a favour, break my nose!
Do me a favour, tell me to go away!
Do me a favour, stop asking questions!

[...]

Curiousity becomes a heavy load
Too heavy to hold, too heavy to hold.
Curiousity becomes a heavy load,
Too heavy to hold, will force you to be cold.

And do me a favour, and ask if you need some help!
She said,'do me a favour and stop flattering yourself'

Conversación con la mejor amiga

- Lo que tienes que hacer para redimir tus culpas.- Dijo regañando, como es su puerca costumbre.

- La culpa y yo nos distanciamos hace bastante tiempo.- Contestó el amigo con ganas de manifestarle su indiferencia.


Conlusión: La culpa es un nuevo apodo para la soberbia; comentar su padecimiento, sólo indica la sobrada autoestima de la gente que se siente con poder sobre los demás.

Canción de los 45 segundos

Those who feel the breath of sadness
Sit down next to me

Those who find they're touched by madness
Sit down next to me

Those who find themselves ridiculous
Sit down next to me
Love, in fear, in hate, in tears
[...]
(Sit Down, James)
Así pasa cuando pasa. Cuando te pase, sólo pide PERDÓN

De periódicos gratuitos (Ahumada vive en Chichen Itzá)

Para Señorita Cometa

La mejor información, o al menos la más placentera, es la que te llega así nomás, la que no requiere pesquisa alguna para su obtención (con todo el debido respeto para las maravillosas periodistas mexicanas). Si buscamos algo es para encontrarlo, así de fácil. La sorpresa de una información buscada es relativa: bien sea que encontremos lo presumido, lo cual sólo sacia el fin de una labor; o nos sacude la panza cuando resulta que lo imaginado es lejano a lo ocurrido.

A ver. La neta, la neta, lo que se dice la neta, la gratuidad es la placentera bendición del chimse como tal, la que satura los cafecitos y cantinas de nuestras frecuencias: "Pérate, cabrón, cambiando de tema, a qué no sabes quien se está divorciando...". Las notcias del tipo nos provocan una felicidad y un morbo incomparable: obligan a pedir otro tequilita y a encender otro "último" cigarrito.

La sorpresa es la corona de la información. Cuando es pública, se apropia de los encabezados; cuando es íntima, invita a los murmullos más audibles ( eufemismos, señorita, eu-fe-mis-mos).

Desde hace un tiempo (ni mucho ni poco), los semáforos capitalinos fueron tomados por una horda de repartidores de una publicación (fíjate como no me atrevo a utilizar periódico) diaria, grauita, publicitaria, genial. Por lo general tiene sólo 2 ó 3 noticias, las suficientes para colmar el espacio libre de datos que cada día nos exige la cabezota. Lo mejor: no se trata, particularmente, de información de trascendencia. ¡Qué bueno! Cuando veo a gente que sigue "la actualidad" con el cuidado de un editorialista en ciernes, me siento empantanado en las paradojas del acceso a la información, y me compadezco del autoengaño.

Lo de hoy: por un lado, el exhorto a votar por Chichen Itzá para que sea considerada como una de las "nuevas 7 maravillas", comprobando que, en el mundo moderno y downloadeable , la popularidad es sinónimo de trascendencia histórica (qué bueno que el Men´s Club no es considerado, pues estaríamos en problemas) ; por otro, la exoneración y huída del reclusorio de Ahumada, acompañada de una nueva e infructuosa detención, la que provocó una cantidad de declaraciones kafkianas (Marcelo: cómo que diste órdenes para que la Procuraduria apelara cualquier acuerdo o resolución que impidiera la reaprehensión de don Videos; si bien recuerdo, uno de los puntos discursivos más sólidos de la causa democrática perredista era precisamente la condena a que el titular del ejecutivo instruyera la labor del ministerio público federal en el caso del desafuero de Andrés Manuel, pues se dijo que ponía en evidencia la imparcialidad y politización de la persecución de los delitos en México. Cada loco con su tema, ¿no?).

Ojalá Fox (el expreciso más jocoso que hemos tenido) declare mañana algo que lleve a sospechar que Chichen Itzá es una tetona vedette traída a México por el argentino para darle celos a Chayito, en respuesta a que ésta convencio a la señora Ahumada para dirigir el fundraising requerido para la formación del capítulo mexicano del First Wives Club.

Bendito Kukulkán y su viperina lengua.....


Canción de Lunes

Lago en el Cielo de Gustavo Cerati


Hoy te apuré (estaba tan sensible) /son espejismos que aumentan la sed/ si adelanté no me hagas caso /a veces no puedo con la soledad/
Vamos despacio para encontrarnos/ el tiempo es arena en mis manos/sé por tus marcas cuanto has dejado para olvidar lo que hiciste [...]

Desértico Shiraz

Cuanto más los negamos, más los tenemos. Los prejuicios son música de fondo: delicados, imperceptibles (incluso ocultables) , pero suficientemente contundetes para definir la narrativa de nuestras propias historias (todos los franceses son pedantes e inflados, todos los gringos son imbéciles, todos los ricos tienen mal gusto, toda la poesía es aburrida, todo el rock es ruido,todos los abogados son gandayas....).

Sin entrar a jugar con la semántica, los prejuicios se dan por la carencia de elementos que liberen al vocablo de ese "pre".

Personalmente, me defino de extremos; los puntos de intersección, las medias tintas y las posiciones atemperadas terminan por darme hueva. Prejuicios, sin duda. Uno de esos: el desierto es para ambientalistas pachecos lectores de Carl Sagan.

Sólo faltaba la oportunidad (obligación, en estricto sentido) de atravesar el desierto coahuilense para tragarme mis infundados juicios. Las entrañas del desierto te obligan a ser claro, cuando no lo quieres. Es irónico que te brinde claridad, pues el desierto todo lo altera, tiene el poder de convertir todo en acuosos espejismos (licencia poética, porque en mi chingada vida he corroborado que se trata en verdad de algo irreal). Esa claridad desértica, pende, pues, del ofuscamiento provocado por la intensidad del ecosistema. (¿Será un camión o un grupo de lugareños tomando el sol?). Después de atravesar por el desierto obtengo limpieza cerebral para formular un axioma que regirá mis futuros juicios durante un tiempo considerable (a lo mejor una semana): no es de trascendencia como son las cosas en realidad, sino como las percibas; a fin de cuentas vale para pura chingada si lo que ves corresponde a lo que es. Esa correspondencia sólo llena la vanidad de algunos curiosos . Para quienes preferimos el engaño, los espejismos nos vienen mejor. Ya lo dijo Luismi, el trovador más popular de nuestros tiempos: "Miénteme con un beso que parezca de amor..."

Otro prejuicio: El shiraz sólo lo beben poetas afrancesados en camino a la fama.

En medio de la nada, el desierto mexicano se dio el capricho de permitir un glorioso vergel, tierra del viñedo más antiguo de América, Viñedos San Lorenzo. Orgullo mexicano para paladares extranjeros (su mejores cosechas son para exportación).

Me trago de nuevo mis palabras y me declaro nuevo fan del Shiraz mexicano, el cual se nutre de otro espejismo: huele a humedad, y sabe demasiado afrutado, como si provieniera de tierras más ambles y permisivas. En realidad no sé una chingada de vinos, por lo que dicha apreciación puede estar nutrida de otro prejuicio.

Pero en fin, entre prejuicios, espejismos, uvas y gravámenes fiscales, me apropio, ahora, al desierto. Por ello, cuando algún petulante se tome la libertad metafórica de escribir o decir cosas como "mi corazón es un desierto"," ahogado en los linderos de un desierto", "desolado como el desierto"; o cualquier otra mamarrachada del tipo, reiteraré hacia mis entrañas que todo juicio humano se alimenta, primordialmente, de prejuicios.