Aquí yacen los restos de Vidal Mendoza.Vivio 45 años. Fue clavadista de la Quebrada, combatiente en las 6 invasiones a Irak, D.J. en Ibiza y St Tropez, padre de nueve hijas, defensor de ballenas en el Mar de Cortés, y sobre todo enamorado de sus amigos y de sus mujeres. Le sobreviven Thom Yorke y Jack White, con quienes formó "The Anonymous, The Annoying and The Handsome", el grupo de Rock más importante en la historia de la música popular.
"El que tenga cochi, que lo amarre; el que no, pues no"

Ten Years Later, We´re O.K.

Pensando en dos personas: José Covarrubias, a quien le cuesta trabajo reconocer la importancia del disco, y Ricardo Farías, un clarísimo e inconsciente ejemplo de lo que éste provocó

¿Cómo cuanto tardas?.- Diez minutitos

¿Cuánto dejamos de propina?.- El diez porciento, ¿no?


Yo tenía diez perritos, uno se murio en la nieve...

¡Ay ya! Ni que tuvieras diez años, mano...

Dedos de la mano, diez; del pié, diez

¿Cuáles son tus diez discos favoritos?


Diez películas

Para los diez pelos que me quedan, mejor me rapo.



Diez novelas


El número diez, por alguna razón inaccesible para mi, está en todos lados. Si se realizara una encuesta al respecto, sería el número más popular. Y si no, pues qué gran contradicción humana, ya que para todo lo traemos a colación. Puede ser por el sistema decimal o porque, derivado del método de valoración escolar, nos revela la nota más alta; o bien por cuestiones de mnemotecnia. No sé en realidad, para qué invento.


Con independencia de las razones que lo motiven, siempre festejamos con mayor furor el décimo aniversario, sobre cualquier otro. Incluso, más que el onceavo (once años de matrimonio deben resultar más meritorios que diez, ¿no?), y así hasta llegar al vigésimo, pues son diez más.

El 16 de junio de 1997 salió en Inglaterra el L.P. más importante del Rock Pop contemporáneo: OK Computer. A EUA llegó un mes después; a México un poco más tarde en su versión importada (aunque su primer sencillo, Paranoid Android, ya se dejaba escuchar desde antes).

Yo pude escucharlo a finales de agosto de ese año. No sabía lo escuchaba; incluso ahora sigo interpretando cosas distintas cada que lo hago. Las primeras veces no agunataba el disco completo; cuando mucho llegaba al track 5, Let Down, y lo quitaba para regresar al (What´s The Story) Morning Glory? de Oasis. Sin embargo, al día siguiente (y así sucesivamente) repetía la práctica, misma que se convertiría en un ritual de crecimiento personal: cada vez eran más las canciones del OK, y menos las del What´s the Story, hasta arrumbar éste para rescatarlo varios años después.

A los 18 no eres muy consciente de muchas cosas, pero creo que lo que yo hacía era realizado también por miles de jóvenes a quienes el OK definía generacionalmente: el Britpop ya sonaba predecible, simplón, lleno de himnos huecos y evidentes; por ello, ya no definía la particularidad de una generación que requería de voces nuevas y auténticas. Aunado a eso, el grunge, ya se había convertido en una mala broma (saturada de poses envueltas en camisotas de franela) perpetrada por clones de Eddie Vedder. Creo (es sólo una impresión) que la caída del grunge, dio cabida al grosero surgmiento de la cultura del DJ, convirtiéndo (después de agotarse la innovación de su discurso) todo escenario en una sórdida alusión cacofónica, aburrida e incluso trivial.

(Siempre que veía a un tipejo vestido con playera ajustada de lycra, smart drink fluorescente en mano, fingiendo estar más en ácidos de los que pudo ingerir, tocando colores con la yema de los dedos, mientras tarareaba Magic Orgasm, el OK me permitía responder mentalmente con: "Karma police/Arrest this man/He talks in maths/He buzzes like a fridge/He's like a detuned radio..." )

Parte de la adicción se debe a la manera en como empieza el cedé. Airbag es un inicio perfecto: un riff grueso que parece no dar juego a toda una gama de sonidos que vienen "de atrás", simulando ser accidentales, pero en la medida que la canción avanza, se terminan dando sentido unos a otros. Y claro, la angustiante voz de Thom Yorke anticipando la revancha de una batalla desconocida, pero muy apropiable para el escucha: "... In an interstellar burst/I am back to save the universe/In a deep deep sleep/Of the innocent/I am born again/In a fast German car/I'm amazed that I survived/An airbag saved my life"

En ese contexto, me parece que surge el OK como una muestra de que se podía seguir haciendo rock, siempre y cuando se renovara de tajo. Radiohead lo hizo, y a partir de entonces se convirtió en una banda de culto, llena de mitos, infinidad de interpretaciones, lecturas posmo, y constantemente imitada (un ejemplo muy actual: Muse).

El OK es un disco que encierra muchos sentimientos dentro de un tejido intrincado, leberíntico, ahogado en recovecos. Pero sobre todo encierra un grito demandante. Un grito neurótico, provocado por la esquizofrénica confusión de fin de siglo. Un grito que reclama al mundo una necesaria humanización del entorno despersonalizado. Un grito que revela una crisis en las instituciones sociales (fitter happier) y polítcas (electioneering): ¿es suficiente para el hombre la comodidad de la democracia liberal? Seguro no, parece decir Yorke en las más estridentes de sus estrofas.

El OK constituye una estampa fiel de la sociedad de fin de siglo. Una sociedad con rasgos convalecientes, conformada por tipos alienados por satisfactores engañosos (consumo, homogeneidad de la belleza, modelos de comunicación caducos...). Significa también una muestra del siniestro silencio con el que se había asimilado el establishment. Siniestro en la medida que no se percibe conformidad con el trato displicente del entorno hacia el "ciudadano de a pie", psicópata en sueños que hace suyo el impulso asesino: "When I am king you will be first against the wall... ". Resulta una manifestación de inconformidad hacia el aceleradísimo surgimiento del elitismo con nueva cara : sustitución de la burguesía tradicional (en México le llamamos "gente bien") por algo peor, una horda mal educada, poco informada, insensible, ostentosa y grotesca de "nuevos ricos" : "Ambition makes you look pretty ugly/Kicking and squealing gucci little piggy/You don't remember/You don't remember/Why don't you remember my name?"

Es un disco de canciones con estructura y composición complejas, con un lenguaje instrumental novedoso, iconoclasta e incluso experimental. Exigente para quien lo escucha; sin embargo, fácilmente disfrutable.

Hace diez años, podía sonar futurista ( espacial, recuerdo leer en alguna crítica), pero al ser muy fiel al su contexto y momento, toma distancia de otros experimentos fácilmente caricaturizables. En fin, el OK es, sin duda, el disco de mayor impacto de los últimos años.

No vaya a entenderse que sostengo la superioridad de ese momento sobre otros de la historia de la música popular; sólo, insisto, es el que me tocó por circunstancia, y bajo tal lo celebro. (las discusiones sobre si Dark Side Of the Moon o Revolver son mejores, me dan fiaca)

Y lo puedo celebrar por discos como el OK. El cual, diez años después de su lanzamiento, jovencitos de 15 años lo siguen buscando en los anaqueles de discos, aunque no les arranque la mitad de suspiros que a mi me sigue arrebatando.

En el décimo aniversario de su lanzamiento, estamos bien. El mundo no se automatizó por completo ni se murió el impulso humanizador. Ejemplos sobran. Ahora, escucuar el OK de vez en cuando, nos hace imaginar un terrible futuro que debemos tener siempre presente.

Después de meses de abstinencia, escuche el OK en conmemoración de sus diez años, y sólo pensé en la manera en que celebraré cuando sean diez más.

Personalmente, no puedo dejar de escucharlo, pues desde hace casi cinco años, me despierto y duermo gritando hacia dentro: "Wake/From your sleep/The drying of your tears/Today we escape/We escape/Pack And get dressed/ Before your father hears us/Before all hell breaks loose/Breathe, keep breathing/Don't lose your nerve/Breathe, keep breathing/I can't do this alone/Sing us a song, a song to keep us warm/There's such a chill, such a chill.... (Exit music [for a film]) "

16 de junio de 2007

Montesquieu se escribe con eme; cortometraje, también

A Eme por "la sorpresa"
La sabiduria de Montesquieu es directa, básica, libre de "segundos pisos". Se debe a que no era un pensador espectral, de esos que derivan conclusiones bajo el influjo del ostracismo vivencial y la penumbra de la elucubración ensimismada. Era, pues, un tipo cualquiera que veía lo que cualquier otro. No podía ver más, pero, sobre todo, se resistía a ver menos. Si en algún momento evocó a la idea de "leyes de la naturaleza", fue para distinguirla de las "leyes positivas", y así acercarse a al estudio del hombre en sociedad, pero jamás para contraponer lo que veía con "lo verdadero".
Eme es igual, quiero creer. No se anda por ramas, estando el tronco tan grueso. Es concisa y puntual; no permite las dudas (ajenas), y se aleja de los enmascarados; aunque si lo quisiera, sería todo una colección de antifaces.
Montesquieu nos dice que, en gran medida, somos circunstancia: soy abogado, porque mi circunstancia familiar aquí me puso, y me gusta Modest Mouse porque crecí bajo la influencia generacional del grunge.
En alguna sobrecopa, ante mi sorpresa de que Sienfield no le provocaba ni un ápice de admiración, Eme fulminó mis argumentos, diciendo algo como "pues soy mujer, no le encuentro mucha gracia". Ante la circnstancia expuesta como contraargumento, sólo resta asentir silenciosamente.
La circunstancia de Eme es el cine. No como industria, sino como lenguaje particular. Para Eme, el cine no sólo se ve, sino que se lee y escucha. También, y esto es lo más importante, el cine se trabaja, y mucho.
La circunstancia le ha dado a Eme nombre y apellidos. Su lucha no es negarlos, sino particularizarlos elegantemente.
Hoy se publicó (Diario El Centro) una muestra de tal particularización: una reseña de las premiaciones del festival de Huesca. Se lee: "El jurado de la edición 35 del Festival Internacianal de Cine de Huesca falló ayer a favor de un mexicano: Acán Coen, quien presentó su cortometraje Fin de un Trayecto".
Más que dar una noticia, estoy seguro (pues así se siente) que Eme quiere compartir una celebración.
Con voz alta, Eme celebra el talento y el trabajo mexicano; con murmullos, su circunstancia.
Aclaración: lo de "Eme" no es por anonimato, sino porque (dice) le cuesta trabajo la primera persona (soberbia mentira) ; yo, como no manejo otra, me resisto a la "Uve".

Grito

Y Jeff Tweedy grita:

When there' s a light/

WHAT LIGHT?

There's a light/

ONE LIGHT

There's a light/

WHITE LIGHT
Inside of you

Lenguaje jurídico, téngase por sobreseído

En agradecimiento a Pablito (aka Pamelo)
El lenguaje jurídico es una afrenta incuestionable. No se sostiene ni con las sesudas (de que se suda, se suda) defensas de los especialistas.

Si no se reunen tales requisitos, se desechará la demanda; si no se cumple con otras cuestiones, se tiene por no interpuesta (¿?).

Como todo lenguaje "no científico" (que me disculpen los puristas), el jurídico es impreciso, vago, abierto, incluso rococó: "La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos descienden de poblaciones que habitan en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas" ( Artículo 2 constitucional).

Bien decía El Viejo que la Constitución se redacta para ser leída en voz alta.

Ante esa afrenta verbal, los especialistas (a quienes no ofende, sino que enaltece) reiteran el error, burlándose: "pero como es posible que confundan la despenalización con la regulación..."

Ello arroja afrentas aún mayores, cuando se apropia por el dominio popular: "Si no hay pena de muerte para el violador, por qué si la hay para su hijo". ¡Putísima la tacones! Lo que mal empieza, mal termina: eso, me decían de niño, es una falacia

Un desafortunado lenguaje nos avienta a escenarios aterradores. Así los abogados no litigan con herramientas silogísticas válidas, sino, por el contrario, con estratagemas, es decir, sofismas viles (lectura recomendada para entrar al juego: Dialéctica Erística o El arte de tener la razón, Arthur Schopenhauer).

Durante mis años como estudiante de Derecho, me fue presentada una palabra que hasta la fecha me provoca infinita emoción: SOBRESEIMIENTO.

Sobreseimiento, para aquellos que no tienen obligación de saber, es una resolución dictada en un proceso, poniendo fin a éste sin decidir sobre el fondo del asunto, toda vez que existen razones o circunstancias que impiden su pronunciamiento. Por ejemplo, falta de interés jurídico ( no es tu casa la embargada, sino la de tu vecino, no seas mitotero), Consentimiento del acto reclamado ( si tú también eres bien coqueta, no me vengas ahora con chingaderas), Consumación irreparable del acto ( me hubieras dicho antes, ahora ni llorar es bueno), entre otras más aburridas.
Primordialmente, me conmueve por sus intrínsecas posibilidades lúdicas:
Todo lugar infame
Harto de estancamiento
Sólo puede darme
Fatal Sobreseimiento

Así de pendeja termina siendo una resolución de sobreseimiento cuando sin mayor argumentación, un puto juez de distrito decide que tu cliente no cuenta con interés jurídico para reclamar una ley, pues a su limitado entender, el sólo hecho de estar obligado al pago del impuesto contenido en ella, no comprueba con eficacia la afectación a su esfera de derechos subjetivos.
En palabras más amables: no porque lo hayas pagado te afecta.
Hoy dejó de gustarme la palabrita del demonio.
Tarea de hoy, recurrir la resolución de sobreseimiento.
Lo ilógico no se corrige lógicamente. Habría que construir un sofisma kafkiano para sacar al buey de la barranca, pero no sé cómo. Pensé que escribir esto liberaría algún espíritu creativo. Nada de nada.
Seguro recurriré a algún elemento de contundencia sentimental, de esos que abundan en los noticieros; a ver si, alejado del lenguaje jurídico, consigo una resolución estrictamente jurídica, ¿será?




Dominical

Domingo 3 de Junio/07

Día de películas y cedés

Decidí que necesito un Hattori Hanzo. Kill Bill es una chulada: Había que dejarla descansar un tiempo, y ver las dos partes de corrido.

Por otra parte, Fincher es un gran director: Zodiac lo consolida. Qué gran Thriller: regreso al Film Noir y a las lecturas de Sir Arthur Conan Doyle.

40 años del Sgt. Pepper´s... lo escucho de nuevo en conmemoración. Me quedo con el Revolver, sin dudarlo.

En un mes, exactamente, se cumplirán 10 años del OK Computer. Seguro lo festejaré más, y a sus 40 será una auténtica conmemoración (personal, por lo menos).

La cabeza pelona no embellece, pero se vuelve común y natural. A todo nos acostumbramos: a los domingos en soledad, a la mala televisión, al sonido predecible de lo indie, al insomnio de nueva cuenta, a la cabeza calva y amorfa, al sabor de la Bud Light, a apilar libros no terminados (ni por el lector ni por el autor) y, sobre todo, a esperar a que pase algo........