Aquí yacen los restos de Vidal Mendoza.Vivio 45 años. Fue clavadista de la Quebrada, combatiente en las 6 invasiones a Irak, D.J. en Ibiza y St Tropez, padre de nueve hijas, defensor de ballenas en el Mar de Cortés, y sobre todo enamorado de sus amigos y de sus mujeres. Le sobreviven Thom Yorke y Jack White, con quienes formó "The Anonymous, The Annoying and The Handsome", el grupo de Rock más importante en la historia de la música popular.
"El que tenga cochi, que lo amarre; el que no, pues no"

Dos años con nueve meses

No soporto esta idea maldita de los ciclos en forma tradicional. Cuando llega el año nuevo no tengo mucho que reflexionar: siempre estoy a la mitad de las cosas, por lo que todo propósito es una caricatura de mis obsesiones (dejar de fumar, beber sólo vino, leer sólo lo bueno, hacer más abdominales, darle más besos a mi madre...).

Sin duda hay ciclos, etapas; pero su inicio y término no son cosa humana. Terminan y luego, humanamente, te adecuas.

Etapas, a fin de cuentas. Hace dos años con nueve meses el señor Antillón me propuso vivir juntos de nuevo. A él se le vencía el arrendamiento; a mí, la paciencia. Se unía un viejo amigo para perfeccionar el triunvirato.

En un inicio, fuimos sólo tres: El nene: perpetuo Peter Pan moralmente intachable, litigante pulido, melómano en aguas revueltas y el peor jugador de Halo de la historia; El niño con barba: académico en potencia, videojugador de clóset, silencioso observador, ferviente enamorado de su mujer y apasionado de los tintos australianos con logotipos poco afortunados; y, claro, El fantoche vanidoso a quién las contradicciones sobre las que deambula impiden describir algo perenne.

Casi inmediatamente llegó el orden, la mesura, la elegancia y la administración. Ella llegó sin saber bien por cuánto tiempo; agraciadmente fue para quedarse. Mujer de convicciones sin medias tintas, seguidora de Grey´s Anatomy, profesional de la "antropología comercial", responsable de la vegetación con la que cohabitamos y la más sólida muestra de que por amor todo se puede.


Como toda alma errante, Guapo Alex vino, trató de cambiar al mundo y no pudo. Dejó un control de xbox huérfano y se fue a vagar por el oscuro mundo de la rectitud y la decencia.

El nene se fue buscando excusa para pedir matrimonio. Su lugar lo ocupó maravillosamente mi compadre Lito, "el quiubo con la bandona", Barbosa: coleccionista de tenis "con onda", maestro del escapismo verbal, puntual lector de Bolaño y Auster, chelero gourmet, amante de todo lo vintage, gran conversador de política y el último mohicano grunge de México. No obstante las virtudes personales de mi compadre, su mejor aportación a la comuna fue la encantadora Macai Endecasílaba, Embajadora de la República de las Letras, consejera diplomática de los corazones dubitativos, enamorada de Rulfo y sus fantasmas, amiga entrañable.

Cada uno trajo a los suyos, con lo que se formaría toda una comuna, : Mi Reina Fotógrafa, Mi Princesa Diana, Pamelo Corazón de Pollo, Franz VolksPovlen, Warachín de la Farándula, Jared Pato ("Para ser negro tocas buen grunge..."), Robot Rock Scottish, Osito Rockero, Caifo Sazón, Marifercho Sinagogas, Kiwi Fresón, Sexy Migrañas, Esiak Descalza y más.

Nos vamos después de dos años con nueve meses. El nene regresa a la casa, pero ya casado con La Princesa. Sé que lo hacen por truco: así es más llevadero el tránsito marital, dentro de las paredes de una casa que, desde hace dos años y nueve meses, es más suya que de nadie. Seguro será muy divertido volver en otras circunstancias.

Como el cierre de esta etapa me ha tomado por sorpresa, creo que regresaré un tiempo a Amueblados María Luisa. Quiero ignorar que el tiempo ha pasado tan deprisa y que es hora de seguir. Lo de seguir es seguro; el rumbo es contingente (recuerdo lo de Montaigne: "sujeto maravillosamente vano y fluctuante es el hombre...")

En una de las tantísimas despedidas (el que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse) se escuchó en la sala de la comuna el tango más atinado para el momento: "Del barrio me voy/ Del barrio me fui/Triste melodía que oigo al partir/Voy dejando atrás/ Todo el arrabal en mi recuerdo..."

Melchor Ocampo 285. . . 284, 283, 280, 260, 212, 200, 189, 167, 135, 111, 97, 89, 76, 65, 56, 48, 41, 36, 22, 19, 17, 15, 10,9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1. . . ADIÓS